La Fundación CERMI Mujeres y el CERMI denuncian la ausencia de políticas de empleo efectivas que permitan equiparar la igualdad de retribuciones salariares entre hombres y mujeres con y sin discapacidad

(Madrid, 26 de septiembre de 2018).- La brecha salarial de mujeres y hombres con discapacidad frente al resto de la población ha aumentado un 1,5% respecto al año 2015, según han alertado este miércoles la Fundación CERMI Mujeres (FCM) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).

En este sentido, la Fundación CERMI Mujeres y el CERMI denuncian la ausencia de políticas públicas de empleo efectivas, que permitan alcanzar la igualdad de retribuciones salariales entre hombres y mujeres con y sin discapacidad.

Y es que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras en 2015 el salario medio anual bruto de las personas con discapacidad ascendió a 19.569,60 euros y el de las personas sin discapacidad a 23.208 euros; en 2016 el salario medio del colectivo con discapacidad se cifró en 19.297,6 euros frente a los 23.273,3 euros de las personas sin discapacidad.

Además, la inclusión laboral de las mujeres y hombres con discapacidad continúa siendo una tarea pendiente. Así, en 2016 las personas con discapacidad presentaron una tasa de actividad del 35,2%, 42 puntos por debajo de la de la población sin discapacidad. Por otro lado, la tasa de ocupación de las mujeres y hombres con discapacidad fue del 25,1%, menos de la mitad que de las personas sin discapacidad, mientras que la tasa de paro fue del 28,6%, nueve puntos por encima que la de la población sin discapacidad.

Por sexo, las diferencias también son notables. Así, los hombres con discapacidad recibieron un salario un 21% inferior al de los hombres sin discapacidad, que percibieron un salario medio de 20.614 euros. Esta diferencia aumenta respecto a las mujeres con discapacidad, que cifraron su retribución en un 14% menos que la de los hombres sin discapacidad, con un salario medio de 17.365 euros.

En este sentido, cabe destacar que, con respecto al año anterior, la diferencia entre hombres y mujeres con discapacidad se ha reducido, aunque aún sigue alcanzando una desigualdad del 15,8%.

OCUPACIÓN DE LOS TRABAJADORES

En relación a la ocupación de los trabajadores también se perciben significativas diferencias entre personas con y sin discapacidad. Así, la mayor brecha salarial, cifrada en un 20,3%, corresponde a aquellos puestos de ocupación bajos, tales como operadores y empleos no cualificados.

Por otro lado, los más beneficiados son los puestos de ocupación medios tales como personas empleadas, artesanas y personas trabajadores cualificadas, donde los salarios de personas con y sin discapacidad se acercaron, a tenor de una ratio del 97,1%.

En cuanto a los puestos de ocupación altos, como los de dirección o gerencia o los técnicos y profesionales científicos, las mujeres y hombres con discapacidad recibieron un salario un 6,3% inferior al resto de las personas empleadas.

En este contexto, cabe subrayar que los salarios más bajos correspondieron a personas con discapacidad intelectual y psicosocial. Por su parte, las y los trabajadores con discapacidad sensorial y física percibieron los salarios más elevados.

Por último, destacan las diferencias relativas a las características de la unidad de trabajo y de la empresa, donde el salario de las personas con discapacidad se incrementa a medida que aumenta el tamaño del centro. Y es que, aunque en todos los casos el salario de las personas con discapacidad resultó inferior al de las personas sin discapacidad, las mayores diferencias se registraron en centros de cotización de tamaño mediano (de 50 a 199 trabajadores), con niveles salariales para las personas con discapacidad un 30,2% inferiores a las de sin discapacidad.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Más info

aceptar